Potenciador del sabor semisintético. Se obtiene de la sal sódica del Ácido Glutámico por fermentación bacteriana de azúcares residuales de origen vegetal o animal. Su gusto es diferente de salado, dulce, ácido o amargo, por ello recibe el nombre de umami, el quinto sabor, que significa sabroso en japonés. Por sí solo no tiene un paladar agradable y necesita de otros aromas para potenciar los alimentos. Se aplica como un sustituto aumentado de la sal. El consumo de este aditivo activa los receptores neuronales que incitan al cerebro la sensación de querer seguir comiendo más cantidad de dicho producto, por ello se emplea con mucha frecuencia como ingrediente en productos de alimentación poco saludables y en ultraprocesados muy industriales. Es ampliamente degustado en la cocina asiática y en las recetas orientales, siendo China el mayor país productor y consumidor a nivel mundial.